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Un extraño viaje espacial en los 70s: Arctic Monkeys - Tranquility Base Hotel & Casino

El último trabajo de la popular banda inglesa Arctic Monkeys refleja una sátira sobre la sociedad moderna acompañada de sonidos cósmicos y virtuales.

"Mi manera de escribir se ha ido desarrollando considerablemente desde el primer disco, pero la franqueza de algunas de las líneas de esa canción me recuerda la manera como yo solía escribir" - Alex Turner


La sexta entrega del conjunto de Sheffield, y su último trabajo hasta la actualidad, fue lanzada el 11 de mayo del 2018. Este disco representa el regreso, después de casi 5 años sin novedades, de la banda británica y también muestra una nueva era en la carrera musical de la banda.

Muchos de los fanáticos argumentan que la banda perdió su característica esencia rockera (claro ejemplo, su obra más famosa AM - 2013), para dar paso a melodías que te transportan a los 70s en un elevador tapizado de naranja. Y todo se debe a la constante necesidad de la banda de reinventarse un poco más en cada entrega. Muchos otros justifican los cambios con la trayectoria recorrida de la banda y argumentan que el propósito de la banda, y principalmente del vocalista Alex Turner, es empezar sus planes desde cero. Ahora que ya dejaron de ser los adolescentes con ambición de fama y lujos, se pueden concentrar más en pulir su talento y mejorar sus letras y sonidos.


El camino musical de la banda dio un descanso desde el 2013 con su lanzamiento más famoso. Muchos de los fanáticos esperaban un nuevo álbum con muchas ansias y expectativas mejoradas desde el trabajo escuchado en AM, sin embargo, el vocalista tenía otros planes. Aunque no hubo nada durante 5 años, los integrantes se encontraban ocupados con la nueva atención que recibían y el tour de su última entrega del momento. Por otro lado, el líder de la banda y famoso cantautor británico, Alex Turner, se encontraba colaborando con su otra banda, un poco menos conocida, The Last Shadow Puppets en el segundo álbum Everything You’ve Come To Expect. También se podría mencionar que estaba ocupado con su relación amorosa del momento (Arielle Vandenberg), asistiendo a fiestas y eventos de famosos y después de un año, ocupado con el término de la relación.

El álbum se comenzó a grabar de 2016 a 2018 en diferentes locaciones entre Los Ángeles (el amor platónico de Alex), Paris y Londres. Representado por la compañía discográfica Domino, fue producido por James Ford y Alex Turner. En entrevistas, ambos confiesan que el álbum estaba originalmente pensado para ser un disco solista de Alex, pues el disco en sí es de la total expresión creativa de Turner. Sin embargo, se decidió que la banda debería de “explorar nuevos terrenos musicales”, aunque fueran básicos en comparación a sus trabajos anteriores.

La banda admitió que el nombre del álbum hace referencia a la zona de aterrizaje de la misión de Apolo 11 de 1969 y como fue nombrada por Neil Armstrong y Buzz Aldrin. El diseño de la portada es creación del propio Alex Turner, la cual consiste en el modelo del TBH&C, visto desde la perspectiva del lobby y no el hotel en sí. La inspiración vino hacia el vocalista cuando imaginó a Matt Helders, el baterista de la banda, en un hotel en medio del espacio, como en “una colonia lunar del futuro”, lo cual podría describir muy bien la sensación que transmiten las canciones. En la tapa de la maqueta, está sobre la tascma que utilizó y dentro de ella se encuentra la grabación original del disco. El diseño está basado en hexágonos, como representación del sexto álbum de la banda británica.


Siguiendo la descendencia de sus antecesores, Tranquility Base & Casino Hotel se caracteriza por el constante uso de guitarras, piano y un poco de bajo para crear melodías pegadizas que gritan una mezcla de pop psicodélico/espacial y glam rock. Las principales influencias para la realización del álbum se pueden notar en el jazz, funk y soul distintivo de los años 60s, aparte que se filtró la lista de canciones que Turner utilizó como inspiración para escribir el disco.

Una vez que se presiona play, el álbum inicia con “Start Treatment” y se puede notar todo lo anterior. Después de unos cuantos minutos podemos notar un sonido clásico y elegante, pero a la vez cálido, tenue y algo misterioso.

La crítica de NME lo señala como un álbum que contiene la grabación más intrigante de la banda hasta la fecha. Y es que la calidad de las letras que nos regala esta nueva entrega son definitivamente de un nivel que antes no habíamos experimentado. En una entrevista para la revista Pitchfork, el compositor explica el significado detrás de cada una de las canciones y se puede notar que el grupo está comenzando a dejar de lado las canciones de desamor y empieza a seguir una estructura más crítica, enfocándose en transmitir mensajes de sátira hacia la sociedad decadente en ética, religión, política y cultura. Se puede distinguir la honestidad de sus pensamientos en frases como “The leader of the free world reminds you of a wrestler wearing tight golden trunks” (“El líder del mundo libre te recuerda a un luchador usando shorts apretados de oro”) o “I have recognized you by the flash of your screen” (“Te he reconocido por el flash de tu pantalla”) nos recuerdan a Black Mirror y al debate que existe con la dependencia del internet y las redes sociales que las generaciones más jóvenes están desarrollando.


Tal vez tengas que escuchar el álbum 10 veces para poder empezar a entender y adentrarte al mundo psicodélico y cósmico que creó el conjunto de Sheffield. Tal vez quisieron superarse y volaron demasiado cerca del sol. Tal vez por fin Alex decidió hacer todo este viaje con tal de dejar atrás su etapa de obsesión con los Strokes. O tal vez ahora quieren ser conocidos de cualquier otra manera que no sea por las canciones y cartas del vato enculado de cada morra que conoce, y esto por supuesto que no es una referencia a Alexa Chung… o Arielle… o Taylor.


Lo único que es seguro aquí es que no importa que tan largo sea el viaje, definitivamente valdrá la pena escuchar la más reciente obra de los changos friolentos que, si bien no se acopla a lo anteriormente producido, sigue con sus icónicos sonidos de guitarra y todo el drama que envuelve al cantante.



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