Tick Tick Boom, ¿Digna de Óscares?
Tick, Tick, Tick… de seguro todos hemos escuchado este sonido en nuestra mente algún momento de nuestra vida. Cuando aún no sabes manejar, tienes que entregar un trabajo escolar, tienes que elegir tu carrera, te tienes que titular o crees que tienes que lograr algún objetivo antes de cumplir cierta edad. Bueno, pues esto le pasó a Jonathan Larson, creador de Tick Tick Boom, mejor conocido por su musical Rent.
Ahora, ¿por qué estoy hablando del tiempo y de cómo sentimos que se nos acaba? Porque justamente esta sensación llevó a Larson a crear Tick Tick Boom, monólogo musical en el que nos cuenta los días previos a su cumpleaños 30 en 1990.
En esos días, Larson estaba por presentar un musical en el que había estado trabajando varios años de su vida, también nos enteramos de sus relaciones personales con sus amigos y novia. Estos eventos y más, nos son relatados en la película del mismo nombre del monólogo.
Dirigida por Lin-Manuel Miranda y protagonizada por Andrew Garfield, esta película musical nos transporta a 1990, una época donde los musicales no se arriesgaban, no tanto como lo hubiera querido Larson. La película lleva el nombre del segundo musical de Larson porque es el musical de Larson. ¿A qué me refiero? La película es una recreación de una presentación de Tick Tick Boom, la diferencia es que, además de contarnos los eventos de la vida de Larson contados en el musical, la película nos los enseña creando, así, un musical que se lleva muy bien argumentativamente con la historia.
La razón por la que a mí me encantó esta película es porque es muy humana: cuenta el lado malo o incluso trágico de los creativos o creadores. En este caso nos enseña a Jonath Larson y de cómo dudó de su creatividad y casi renuncia a su sueño de tener una obra en Broadway. Lamentablemente, Larson jamás experimentó o siquiera vivió para ver el éxito de Rent, ya que murió a causa de una condición congénita.
Otro aspecto que admiro mucho de la cinta es la música. Yo soy un melómano y poder escuchar música tan movida y, a la vez, emotiva que habla de cosas comunes me movió. Aunque fueron escritas y presentadas en los noventa por varias personas y actores famosos a lo largo de los años, la manera en la que Garfield transmite las emociones de Larson hacia nosotros en las canciones es algo muy admirable.
Si no has visto la película, deja de leerme, ve la película y regresa cuando ya la hayas visto, porque vienen spoilers. ¿Ya la viste? Perfecto.
La historia de la película arranca con Jonathan Larson en la presentación de su primer musical exitoso, Tick Tick BOOM. A nosotros, los espectadores, nos empieza a contar cómo llegó ahí, a ese escenario. Nos explica lo que tuvo que soportar y hacer para lograr tener un musical. Toda la historia la vemos desde su perspectiva, ya que él escribió el musical y éste fue la base de la película.
La mente de este creativo todo el tiempo estaba funcionando y creando, cuando nadaba, veía el piso de la alberca como una partitura, incluso cuando se peleó con su novia, ya estaba pensando en cómo hacer de esa situación una canción. Este tipo de situaciones en las que su mente creativa se dispara, están presentes a lo largo de toda la película.
Como en cualquier buena historia, tiene de todo: las situaciones malas que experimenta, como que su amigo Michael es diagnosticado con VIH o que el musical en el que había estado trabajando por años no sería llevado a Broadway. A pesar de estas situaciones y dificultades, que hubieran hecho renunciar a cualquier otro creativo, Larson decide hacer otros dos musicales que llevarían su nombre a una fama inimaginable en Broadway y el teatro en general.
La ambientación y los sets están muy bien logrados, desde la ciudad de Nueva York de hace 32 años, al departamento de Jonathan que recrearon específicamente para la película. Todo está muy bien hecho.
¿Es digna de las nominaciones al Óscar que tiene? Por supuesto. Llevar a la pantalla grande de Netflix un monólogo musical no es fácil, mucho menos si el musical en el que te basas para hacer la película habla de muy poco de la vida de Jonathan Larson.
Andrew Garfield nos vuelve a demostrar lo buen actor que es. Nos lo demostró dos veces en el año: la primera, diciendo que no iba a aparecer en No Way Home y la segunda, interpretando a Jonath Larson, dándonos, así, momentos emotivos de la vida de éste. Una vez más, Lin-Manuel Miranda demuestra ser una de las grandes mentes creativas de nuestra generación, con su ojo para lo visual y lo teatral, se consagra como un prometedor director para futuros proyectos.
La película está en Netflix y recibió dos nominaciones al Oscar 2022: mejor actor para Andrew Garfield y mejor edición. Yo creo que se merecen estos premios y más. Esa es mi opinión, espero que, si ves la película antes de la ceremonia de los premios de la Academia, estés de acuerdo conmigo cuando digo que Tick Tick Boom fue una de las mejores películas del año.
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