¡Qué difícil ser artista, no te bajes Celli!
Celli está de regreso después de su debut como solista Reset. Con su debut se mostraba vulnerable, abierto y buscaba ese reset que tanto necesitaba después de su accidente. La música fue su salvación a pesar de las incertidumbres que le sorteaba la vida. Ahora con atte. Celli se muestra íntimo y nos dice lo que está pensando, incluso muestra más variedades de inspiraciones y de sonidos. El proceso de composición se nota que fue diferente. Con Reset se basó en una máquina de ritmos y no tanta guitarra como en su nueva producción.
El álbum dura escasamente 25 minutos que son suficientes para exponer su nuevo sonido y forma de ver la vida. Hay una madurez en su sonido que es sorprendente de un año para otro. Su voz empieza a resonar más, es un trabajo honesto con mensajes honestos. Ronda por la incertidumbre de la vida, pero quiere seguir adelante. En Pasaporte (Reset) redobla ese dolor de lejanía y de añoranza por el ser querido, y ahora con Es claro declara que su amor, con la ayuda de un ritmo funky y un arreglo de metales que complementan con un brillo especial, que están destinados para estar juntos siempre. El tema Consejo introduce el mood del disco, tiene unos tintes muy Mayer, podemos ver influencias Beatles (que se notan durante todo el disco) y se siente un final muy Vulfpeck. Con la segunda pista nos introduce a un arreglo de cuerdas que le agregan a ese toque melancólico de la canción. Su voz plantea muy bien esa desilusión ante un mundo capitalista sin embargo termina con ese toque optimista que caracteriza este disco. Juego y Nadie nos ve fueron los sencillos que promocionaron la salida del álbum. Son temas con mucha energía que rondan entre el disco pasado y este. En Nadie nos ve se esconde un sample de Charly García (No me dejan salir). Equilibrista recuerda un poco al White Album y nos deja frases extremadamente sinceras y reflexivas: «¿Cómo puedo creer en algo si antes no creo en mí?» y «Cuando para de llover todo crece». Para el final nos deja una joya de tema, La dirección, que recuerda un poco a How? De Lennon. Las cuerdas recuerdan a una película de Hollywood del siglo XX que complementan ese excelente final del álbum.
La primera mitad del disco va caminando muy bien y para la segunda mitad se pierde un poco el sentimiento y la continuidad, sin embargo, los temas por sí solos son buenos y destacan. Algo que en Reset se resolvió muy bien. Este disco debería de llegar a más oídos. Es un trabajo honesto, de calidad y novedoso. Ya no sólo nos quedan los clásicos Pasaporte y Por amor al arte como repertorio clásico de Celli, también se agregan Enero y La dirección a la lista. A los músicos que lean esto, encuentren el lick en este disco.
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