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Foto del escritorRafa Laja

PROHIBIDO ENAMORARSE DE UN ARTISTA

¡Curioso creativo! No se necesita que sea febrero para poder hablar del amor, así que en esta ocasión quiero hacerte una recomendación fílmica que nos hará reflexionar sobre lo complejo que puede ser este sentimiento, por el cual se han desatado guerras, caído grandes imperios y perdido miles de vidas. Sin duda, cada producto artístico del gran Pedro Almodóvar ha sido de gran objeto de estudio. Sus películas, a través de historias que mezclan la realidad, la fantasía y el color, nos hacen experimentar sensaciones ajenas como si fueran propias.

La ley del deseo” es una película estrenada en el año de 1987 que nos narra la historia de Pablo Quintero, un director de cine que se enfrenta a diversas situaciones que le hacen replantearse su significado del amor y el compromiso en una relación; así mismo, vemos cómo en esta aventura lo acompañan diversos personajes que refuerzan este tema, donde parece que pudiésemos ver una gran gama de colores de lo que, para cada persona, de acuerdo a su experiencia, podría llamar al amor, pasando desde el amor pasional, el amor romántico y el amor familiar. A través de toda la película vamos a poder observar el gran cambio que tiene nuestro personaje principal, cómo es que su personalidad de “artista” se convierte en un candado que no le deja acceder tan fácilmente a un sentimiento tan humano.


Curioso creativo, tú, el más místico, el más romántico, estoy seguro que, como gran fiel al arte, sabes que estas emociones y experiencias son de gran material para nuestra creación. En el arte, nuestra principal materia prima son los sentimientos y las emociones. De eso vivimos. Es por eso que, si bien no es una regla, nuestra obligación es vivir con intensidad para experimentar y lograr expresarlo en una obra, que conecte con el espectador y en una común unión acompañar las tristezas, alegrías y enojos del público.



La ley del deseo”, por muy extremista que parezca en algunos momentos, sin duda alguna, me ayudó a reconocer esta gran capacidad que tenemos los artistas al momento de entregar nuestros sentimientos en este viaje llamado vida; es decir, si bien es cierto que la concepción que tengamos de la vida y sus aristas puede ser confusa para la mayoría de las personas que viven en la cotidianidad, para nosotros el entregarnos puede ser un asunto muy complejo. Por un lado puede ser extremista, puedo pensar que a los artistas nos puede dar miedo enamorarnos, porque sabemos que cuando lo hacemos entregaremos demasiado, porque de eso se trata nuestra vida y el arte de arriesgar todo o nada y esta acción puede ser confusa para la sociedad y más en estos tiempos donde nadie quiere estar sujeto a un compromiso, donde todo es fugaz, donde todo requiere el mínimo esfuerzo. Así que te invito, curioso creativo, a que veas esta película para que reflexiones y te cuestiones la forma en la que te relacionas con este gran conflictivo pero bello sentimiento llamado amor.


P.D: A forma de paradoja me gustaría decirte, amable lector, que seas consciente de que si llegas a enamorar a un artista tengas cuidado, hay una gran letrero de precaución y espero que este texto te sirva de señal. Los artistas somos un gran paquete del cual hacerse responsable. Te dará las mejores satisfacciones pero, sin duda, será un viaje que también será complejo y hasta a veces duro porque nuestra forma de ver la vida es arriesgada, caótica y compleja. Sobre aviso no hay engaño porque, si te atreves a romperle el corazón a un artista, tenlo por seguro que tu serás ese personaje maldito en una obra de teatro, ese amor imposible escondido en un poema, ese pintura confusa que detonara reacciones y sobre todo esa “rata de dos patas” que sonara en las canciones.



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