Miedo en la música de un videojuego

En la actualidad, muchas personas consideran que algunos videojuegos deberían de ser considerados como una de las formas más sofisticadas de arte. Esto no es algo gratuito, puesto que un sinfín de materiales videojuegables han demostrado ser de alta calidad en su producción, no solo en lo técnico, sino también en su apartado conceptual: la narrativa, el guión, el diseño, etc. y, en resumen: toda la labor de gestión creativa conceptual. Dentro de estos aspectos nos encontramos con la música compuesta para videojuegos, la cual ya consta con una interesante e importante historia, siendo que, en muchos casos, ésta se defiende por sí sola, más allá del videojuego en sí y alberga una cantidad de fans notoria. El día de hoy quiero hablar sobre la banda sonora, icónica por sí misma, que forma parte de uno de los más grandes videojuegos de survival horror hechos en la historia, la banda sonora de Silent Hill 2.

Akira Yamaoka formó parte del llamado “Team Silent”, equipo creativo que se encargó de hacer de Silent Hill una realidad y, así mismo, de volverlo una franquicia de culto en esta industria. Yamaoka fue quien compuso la icónica música y se encargó del apartado sonoro de los primeros títulos de la saga. Silent Hill 2 es, para mucha gente, el mejor juego de toda la serie. Éste cuenta con una historia cruda, compleja e intrigante. Para esto, la música hace un buen match dependiendo de las situaciones en las que nos encontremos. En este juego toda la banda sonora es completamente instrumental; sin embargo, podríamos “catalogar” las 30 piezas que conforman este OST (Original soundtrack) en 4 categorías diferentes:

La primera está conformada por piezas cuyo estilo asemejaría al de una banda de rock alternativo. Instrumentos como guitarras eléctricas, bajo, batería y algunos sintetizadores son de los que se echa mano para estas rolas. Si bien estas piezas no figuran propiamente dentro del juego, sí forman parte del juego y, de hecho, una de este estilo “Theme of Laura” es la pieza principal del mismo, presentándose en el menú de inicio.

Love Psalm:

Otra categoría sería la de piezas estilo “Chill out”, teclados y sintetizadores ambientales remiten a emociones como la melancolía. Las piezas de este estilo, por lo general, se hacen presentes en fragmentos del juego en que el protagonista no corre peligro, pero con estas piezas sentimos vacío y soledad.

Forest:

Para este caso tenemos las piezas de música incidental. Éstas son las que más tensión generan al jugador. Para estas piezas tenemos diferentes tipos de sonidos ambientales, música aleatoria, ruidos industriales y cualquier elemento que pueda sobresaltar al jugador. Por lo general estas piezas suenan cuando el protagonista se encuentra en peligro.

Block Mind:

Por último tenemos piezas que se pueden describir mejor por su carácter: tristeza. Arregladas generalmente a piano solo o con el acompañamiento de algún otro instrumento como el cello o alguna percusión afinada. Son piezas que aparecen en algunas cinemáticas del juego y que sirven para reforzar las emociones de las mismas.

Theme of Laura:

Sin duda, la música en los videojuegos puede presentar una gran riqueza y versatilidad, aparte de contar con un amplio y fiel público que no sólo consume la música grabada, sino que también asiste a presentaciones en vivo siempre que hay oportunidad de ello. Esperaremos a ver qué es lo que le depara el futuro.