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Margaret Atwood no dejará de ser relevante en mucho tiempo, ¿Quieres saber por qué?
Las novelas distópicas han sido un tema recurrente en la literatura del siglo XX. Probablemente por los grandes cambios de principio de siglo y el legado psicológico y social de sus dictaduras. Novelas como 1984 de George Orwell, Un mundo feliz de Aldous Huxley, El cuento de la criada de Margaret Atwood, entre otras.
Muchas veces estas novelas parecen totalmente ficción. Parecen un producto de la imaginación del autor. Algo imposible. Una sociedad que no nos tocaría a nosotros nunca. Un salto de adrenalina para nuestros ojos lectores. Pero… al leer El cuento de la criada uno se puede dar cuenta que la sociedad a veces no está tan lejos de caer en una realidad distópica. Aunque probablemente no nos daríamos cuenta de inmediato.
En esta novela de Margaret Atwood se narra la historia de Defred. Ella es parte de un grupo de mujeres destinado a dar a luz a parejas que no pueden concebir. Nos lleva a pasajes bíblicos donde se narra que las criadas hacían lo mismo. Ya no es tan imposible. En esta sociedad patriarcal, las mujeres no tienen mucha opinión ni libertad (a menos que seas de la alta sociedad, pero no están exentas). Los hombres son intocables, sobre todo los de alto mando. Esto no se me hace tan dispar a la realidad actual. Me recuerda a la canción protesta de John Lennon donde habla de cómo las mujeres son las esclavas de los esclavos (Woman Is The N***** of the World).
Se perfila en la novela que todo el tiempo están siendo vigilados para cumplir con la moral de la nueva sociedad implantada. Parece un poco lo que Facebook hace hoy en día, ¿no? En este cuento las potencias religiosas se usan para fines de control humano, no por disposición divina. En el nombre de Dios se controlará, educará, someterá, torturará e incluso llegará a matar. No suena a algo muy divino. Aunque recuerda un poco a los grupos extremistas islámicos, fanáticos cristianos, etc.
La realidad a veces está más cerca a una sociedad distópica. Dictaduras en Latinoamérica, espionaje a civiles por medio de redes sociales, control de fanáticos religiosos, machismo, entre otras cosas. No estamos nada lejos de la dictadura perfecta. Pero para eso sirven las novelas distópicas como El cuento de la criada, para reflexionar sobre lo que pasa en nuestra sociedad y prevenir otros daños a la misma. Este libro de Margaret Atwood es esencial para adentrarnos al mundo de este tipo de novelas, y también para reflexionar sobre nuestro mundo.
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