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Foto del escritorAlex Oros

Los bajistas que nos hicieron

El bajo eléctrico es indispensable para la mayoría de las agrupaciones; sin embargo, en muchas ocasiones, dado su registro tan grave y su carácter más de acompañamiento que solista en la mayoría de la música popular, lo hacen pasar, a menudo, desapercibido por muchos. A pesar de lo anterior, su papel fundamental tanto en la armonía como en el ritmo hacen de este un grandioso instrumento, lleno de virtuosismo y de groove que recibe una mala reputación debido a su simplicidad en algunos géneros. Más allá de esta falta de protagonismo que les comento, es cierto que, durante los primeros años de las disqueras más famosas como Motown, Stax o Capitol Records, no era una práctica común el poner a todos los artistas y todas las personas que colaboraban en la creación de un álbum en los libretos. Por esto, por décadas, muchos de los músicos que musicalizaron la icónica música de renombrados artistas como Beach Boys o Aretha Franklin permanecieron en el anonimato y algunos, ni siquiera fueron debidamente reconocidos en vida. En este artículo, quisiera hacer mención y homenaje a algunos de los bajistas que grabaron un sinfín de clásicos pero que tienen poco reconocimiento público.


JAMES JAMERSON

Este es el ejemplo básico y titánico que refleja esta tendencia del anonimato en vida y del alcance de la fama y la gloria después de la muerte. James Jamerson grabó para Motown Records por la mayor parte de las décadas de los 60 y de los 70 y fue uno de los encargados de darle color al aclamadísimo sonido del suroeste de los Estados Unidos. Habiendo grabado para gigantes como Smokey Robinson, Stevie Wonder, The Supremes y Marvin Gaye (y un muy largo etcétera), James Jamerson definió toda una época y se le considera, hoy en día, el bajista más influyente de la historia según las revistas Bass Player y Rolling Stone. Jamerson comenzó su carrera musical con el contrabajo y fue de los primeros migrantes exitosísimos del novedoso bajo eléctrico, por lo que su estilo se desprende mucho del jazz y su técnica de la del contrabajo. Bordando los acordes como ninguno en su tiempo, se puede distinguir un sonido muy característico en su manera de tocar con un solo dedo al que apodaba “el gancho”. Durante su tiempo en Motown, formó parte del conjunto de músicos de sesión de california de la disquera llamado los Funk Brothers (todo este movimiento de los grupos de sesión requiere su propio artículo) y, hoy en día, es un bajista que TIENE que ser estudiado por cualquiera interesado en adentrarse en el mundo del bajo eléctrico.



DONALD “DUCK” DUNN

Al igual que Jamerson le dio el sonido característico al famoso “sonido Motown”, Donald Dunn fue el encargado de asegurarse de que se estableciera el sonido de Memphis. Habiendo grabado la mayor parte de sus obras entre las décadas de los 60 y de los 70, principalmente de soul y de R&B, formó parte de dos agrupaciones de músicos de sesión (al estilo de los mencionados Funk Brothers), Booker T & the MGs y la Blues Brother’s Band (famosa por aparecer en la película de John Belushi y Dan Aykroyd del mismo nombre en 1980). Su nombre figura (o, más bien, debería figurar) en álbumes de artistas monumentales como Otis Redding, Bill Withers, Rod Stewart e, incluso, con los reyes del rock’n’roll Elvis Presley y Jerry Lee Lewis entre muchos, muchos otros. A diferencia de Jamerson, Donald Dunn comenzó su carrera en el bajo eléctrico y fue uno de los personajes esenciales en la adopción de este instrumento sobre el contrabajo en el período de transición. Con una carrera en la industria musical de más de 50 años, es imposible no haber escuchado alguna de sus líneas de bajo aún cuando no supiéramos que eran suyas.



CAROLE KAYE

A diferencia de nuestras dos primeras entradas en la lista, Carole Kaye no empezó tocando ni el bajo eléctrico ni el contrabajo. Guitarrista virtuosa para Gold Star Studios en Los Ángeles, en una sesión de grabación en la que el bajista no se apareció, Carole Kaye tomó el bajo eléctrico del estudio y, en poco tiempo, se convirtió en la bajista de sesión más solicitada de la época entre los años 60 y 70 (podemos empezar a ver un patrón, ¿no?). Al igual que los dos bajistas anteriores, Carole formó parte del grupo de músicos de sesión de ese estudio en particular, la Wrecking Crew quizás el más famoso de los grupos de esa índole. Trabajó para dioses de la música como Quincy Jones, Frank Sinatra, Simon & Garfunkel, Barbara Streisand, así como los Beach Boys, Four Tops y The Monkees. Por desgracia, Carole Kaye se encontró gran parte de su vida en controversia cuando, al no haber registro de quién había grabado qué canciones, trató de adjudicarse algunas líneas de bajo que, productores y demás músicos de la época reconocieron y recordaron haber grabado con otros bajistas como James Jamerson. Si se trata de una cuestión de plagio, robo o machismo, es algo que vale la pena revisar en otro momento más adelante con mucho más detalle, pero, independientemente de esto, su contribución a la historia de la música y del bajo eléctrico es innegable y fue reconocido por la revista Rolling Stone como la quinta mayor influencia en el instrumento. Su estilo fuertemente melódico es, quizás, el más escuchado en esta lista.



Por supuesto que hay muchísimos otros bajistas de gran renombre que DEBEN ser mencionados en algún momento, pero esos tendrán su propio espacio más adelante, no desesperen. Esta pequeña lista es solamente un corto homenaje a esos músicos que nos dieron tanto y que la historia tuvo que recuperar su nombre de la oscuridad. También, en algún otro momento haré un pequeño artículo de estos grupos de músicos de sesión que se volvieron sumamente influyentes en la música de hoy en día, pero, mientras, denle una escuchada a estos héroes.

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