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Foto del escritorAlex Oros

La música de nuestra infancia, un paseo por la música de nuestras caricaturas favoritas

Muchos de nosotros, quizás más los ya experimentados como yo (por no llamarme viejo a mí mismo), crecimos con los dibujos animados de Hanna-Barbera, Mirisch Films y de Disney, entre otros. Los creadores de estas caricaturas en movimiento eran genuinos artistas que trabajaban incansablemente no solo en animación y sincronización sino voice acting, composición y storytelling. Por supuesto, tenían claro que su más grande audiencia era la infantil y como todo buen creador de contenido para los más jóvenes, sabían que tenían, en sus manos, una grandiosa herramienta pedagógica. Esto permitió que se diera una suerte de movimiento entre las historias de estos estudios alrededor de los más grandes clásicos de la historia de la música. Yo sé que la mayoría recordará muchos de los ejemplos que voy a compartir en esta lista, pero quizás no conocían el nombre de la pieza representada o simplemente disfruten de la nostalgia de volverlos a escuchar.


The Rabbit of Seville

Haciendo una nada sutil, pero muy elegante alusión a la ópera El Barbero de Sevilla de Gioachino Rossini, en este inmortal corto de Bugs Bunny, vemos una obra maestra de la sincronización entre la música y la caricatura. Si bien es cierto que tanto Fígaro como Bugs Bunny son barberos en sus respectivas obras, es también cierto que ahí terminan las similitudes, lo cual no impide que se hagan ciertas referencias por aquí y por allá a la obra (misma de la que se desprenden las Bodas de Fígaro de Mozart) como el fertilizador marca “Fígaro”. Este corto hace uso de todos los recursos más icónicos del conejo y su relación con Elmer, el cazador como la comedia física, el escalamiento de las armas de hachas a pistolas a cañones y el inescapable ligue de Bugs para escaparse de Elmer. Este es, quizás, el corto más famoso con música clásica de todos y, definitivamente, no será la última vez que veamos a estos personajes en la lista.



The Cat Concerto

Otro de los más grandes crossovers entre la animación y la música clásica, este corto de 1946 ganó el Óscar al mejor cortometraje animado y está considerado como el 42avo de los 50 Greatest Cartoons: As Selected by 1,000 Animation Professionals. En esta obra, el gato Tom interpreta la Rapsodia Bohemia No.2 del compositor húngaro Franz Liszt. Al principio todo parece desenvolverse sin contratiempos, sin embargo, resulta que el ratón Jerry vive dentro del piano de la sala de conciertos y que, al ser despertado por el golpeteo de los martillos del piano, decide tomar asiento en primera fila para apreciar el concierto. Esto molesta a Tom (una pieza así requiere de muchísima concentración para tocarse) quien lo lanza con un simple movimiento de la mano comenzando un ir y venir de agresiones del uno al otro. Manteniendo sus más altos estándares de profesionalismo, Tom se esfuerza (y logra) contra viento y marea no interrumpir la pieza y, aunque exhausto y derrotado, el público aplaude la fenomenal interpretación al final. Este corto fue parte de un escándalo de plagio pues ese mismo año, Warner Bros. estrenó un corto sumamente similar (pero con Bugs Bunny en lugar de Tom y un ratón anónimo nunca antes visto en lugar de Jerry), utilizando la misma pieza de Liszt y ambos terminaron en corte para resolver sus diferencias. Les dejo la liga de ambos para que ustedes decidan quién copió a quién.




Chopin’s Musical Moments

Como parte de la serie de Miniatura Musicales de Universal Studios, Andy Panda (claramente inspirado en Mickey Mouse) y el estridente Pájaro Loco se baten por interpretar la Polonesa No. 3 en A, Op. 40, No. 1 “Militar” del célebre pianista y compositor polaco, nacionalizado en Francia, Fréderic Chopin. Esta pieza fue arreglada para dos pianos para este corto para mejor hacer sonar la rivalidad de los personajes. Al terminar la batalla y recibir los aplausos del público, proceden a tocar, de nuevo en dueto, el Impromptu No. 4 en C#m, Op. 66 “Fantasía Impromptu”, misma que el Pájaro Loco es capaz de tocar sin mayor esfuerzo, incluso tocando con los pies. Durante esta pieza se puede apreciar una pequeña, pero muy acertada burla al comportamiento del público durante los conciertos de música clásica, abriendo paquetes de comida ruidosos a escondidas, dormidos y tratando de contener tos y estornudo. Dentro del repertorio de este no tan corto se encuentran también la Mazurka Op. 7, la Escocesa Op. 72, así como el Scherzo No. 2, Op. 31, dándonos un breve pero profundo recorrido a los diferentes tipos de piezas que más escribía el compositor (obviamente no pasando por su trabajo orquestal al que, de cualquier manera, se dedicó muy poco). Este corto animado sirve como la perfecta introducción no solamente a la música de Chopin sino a la del romanticismo como tal, por lo que vale 100% la pena echarle una oreja.



Tom and Jerry in the Hollywood Bowl

Este corto de tres minutos toma una pieza más compleja de animar, pues se trata de una obra para orquesta. Tom se encuentra dirigiendo una mezcla entre la Obertura del “Murciélago”, afamada ópera del maestro del Waltz, Johann Strauss II con una introducción y conclusión de los Preludios de Franz Liszt. En esta ocasión, Tom dirige la orquesta mientras que Jerry, vestido de director y con su propia batuta, le pide co-dirigir la presentación a lo que Jerry se niega, golpeándolo como bola de billar. Esto despierta la ira del ratón quien ahora se encarga de alejar al gato del podio del director, primero instalando ruedas sobre éste y empujándolo y después haciendo hoyos debajo de todos los músicos, desapareciéndolos del escenario y obligando a Tom (de nuevo, con su impecable profesionalismo) a tocar todos los instrumentos de la orquesta al mismo tiempo en aras de evitar interrumpir la presentación. Tom termina extenuado tras correr por todas las familias de instrumentos mientras Jerry cumple su sueño de dirigir la orquesta, que ahora consiste únicamente en Tom, y recibiendo la ovación del público.



What’s Opera, Doc?

Comenzando con Elmer cantando su propia versión de la Cabalgata de las Valquirias de Richard Wagner, cambiando la letra por “matad al conejo”, este corto de 1957 hace un recorrido por las óperas más famosas del compositor alemán que son El Anillo de los Nibelungos, El Holandés Errante y Tannhäuser principalmente. El título de este corto animado es un juego de palabras sobre la frase icónica de Bugs Bunny: “What’s up, Doc?” (traducida: “¿Qué hay de nuevo, viejo”), usando el fonema de “up” con el principio de “opera” y sigue la clásica riña entre estos dos personajes, interpretando algunas de las arias más emblemáticas de las monumentales obras wagnerianas, adaptando la letra hacia la cacería del conejo? Al escuchar que está siendo cazado, Bugs Bunny le pregunta a Elmer “¿qué pasó viejo?” y preguntando cómo planea matar al conejo, usando la melodía del corno de la llamada de Sigfrido a lo que Elmer responde con la Obertura del Holandés Errante que lo hará utilizando su lanza y su casco mágico. Al darse cuenta de que Bugs es el conejo, comienza la persecución hasta que, inevitablemente, se disfraza Bugs de Brünnhilde, la valquiria y enamora a Elmer. Comienza un interludio instrumental romántico con la Obertura de Tännhauser hasta que se le cae la peluca a Bugs y Elmer se da cuenta de que su amada es, en realidad, el conejo. Elmer invoca el poder de la tormenta y de la música del holandés para atacar a Bugs, pero al ver su cuerpo, se arrepiente de sus acciones y va a abrazarlo, llevándolo al Valhalla. En este momento, Bugs rompe la cuarta pared y le pregunta a la audiencia “¿Qué esperaban de una ópera? ¿Un final feliz?” antes de volver a actuar muerto. Sin duda el más ambicioso proyecto musical de esta lista.



Por supuesto que podríamos agregar algunos otros cortos como “Pink, Plunk, Plink” de la Pantera Rosa o algunos largometrajes como ambas películas: Fantasía y Fantasía 2000 (que merecen su propio artículo y prometo hacerlo algún día), pero este artículo se convertiría en una tesis de proporciones bíblicas y tampoco es ese mi objetivo. Para muchos de nosotros, algunas de esos vídeos que les comparto aquí fueron, quizás, el detonante de nuestro amor por la música y el llamado al deber de este arte tan abstracto y efímero, así que espero que despierte algo en ustedes como sé que lo despertó en mí hace ya algunos ayeres.

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