LA BELLEZA DE LOS AUDIOLIBROS
En este caso no les traigo mi opinión o reseña de algún libro sino una exposición de mi punto de vista sobre los audiolibros. Yo amo los audiolibros. Creo que la mitad de los libros que consumo lo hago a través de audiolibros y aquí les van mis tips y razones de por qué los uso.
Antes de que me digan que “escuchar audiolibros no es leer”, ahí les va una definición del Diccionario de la Lengua Española sobre la palabra leer: “Comprender el sentido de cualquier tipo de representación gráfica. Leer la hora, una partitura, un plano.”
Entonces, ¡escuchar audiolibros sí es leer!
Comencé a escuchar audiolibros porque mi hermano estaba pagando la suscripción de Audible. Comencé escuchando un libro que no me animaba a leer por creer que estaría muy aburrido y tedioso, El Nombre de la Rosa de Umberto Eco. No, no fue nada aburrido y aquí van las cosas que me gustan de los audiolibros:
La dramatización e interpretación de los personajes es buenísima. Hay veces que tienen un elenco entero y hasta música de fondo, lo cual hace la experiencia mucho más completa.
Puedo estar escuchando audiolibros y haciendo muchas otras cosas a la vez. Hace poco fui a la Ciudad de México y en el tráfico terminé un audiolibro. Gran manera de pasar el tiempo.
Puedes poner velocidad. Sí, yo soy de esas personas desesperadas que todo lo escucha en velocidad x2 jajaja y, en los audiolibros, hay hasta x4 ó más, pero esas ya no las uso. A lo que voy es que puede acabar un libro rapidísimo por escucharlo tan rápido y yo no soy una persona que lea muy rápido, entonces ¡esto me fascina!
¡No pesa nada traerlos! Obvio, porque son digitales, entonces sólo necesitas tus audífonos y listo.
Escuchar un libro leído por su propio autor es otro rollo. Es glorioso, magnífico, sobre todo si escuchas Becoming de Michelle Obama o A Promised Land de Barack Obama.
Te ayudan muchísimo a salir de un bloque lector o a empezar un libro que lleva un año entero esperando a que lo leas.
Adquieres la misma información que si lo estuvieras leyendo con tus ojitos.
Puedes poder notas y esas notas las encontrarás en la misma app de Audible o en tu GoodReads, no más buscando por todo el libro hasta que lo encuentres.
Ahora, aquí van mis tips para escuchar audiolibros:
Escucha sólo los que sean novelas o textos sencillos que no ameriten que prestes demasiada atención a los detalles. La verdad, libros de textos, de investigación o aquellos que tengan diagramas no es muy buena idea leerlos. Sí, muchas veces vienen con PDF para que los descargues, pero no es lo mismo que estar poniendo atención a lo que está escrito desde un inicio.
Si quieres un audiolibro justo para que te ayude con un libro de texto complicado, te recomiendo tener el libro de texto también. Yo sé, es mucho dinero, pero es la mejor forma de entender y retener la información para mí.
Ahora, aquí les van las desventajas que veo en la plataforma de Audible (pero si habláramos de audiolibros en general, sólo sería el punto 5):
Es muy costosa, aunque vienen libros buenos gratuitos (sobre todo clásicos);
La mayoría de los libros están en inglés;
Tomar notas es complicado en la app ya que no tienes el texto y tienes que repetir esa parte del audio para poder transcribir exactamente lo que se dijo;
Es muy costosa la suscripción y sólo tienes derecho a 1 libro “gratis” al mes y;
Los audiolibros son costosos.
Yo sé, son casi el mismo número de ventajas y desventajas, pero no se trata del número, si no del peso que tú les des a cada ventaja y desventaja. Para mí, el hecho de poder estar leyendo y, al mismo tiempo, estar dibujando, manejando o haciendo trabajos, supera a casi todas las desventajas.
Espero este texto te haya dejado la espinita de darle una oportunidad a los audiolibros. Te pueden gustar y servir mucho.
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