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I Wanna Dance with Somebody y cómo no hacer un biopic

I Wanna Dance with Somebody, dirigida por Kasi Lemmons y protagonizada por Naomi Ackie relata la historia y trayectoria de una de las más grandes voces en la historia musical, Whitney Houston.



En una época dominada por la nostalgia por el pasado, el cine enfocado a vidas de artistas y la saturación del medio cinematográfico, uno pensaría que el biopic centrado en Whitney Houston se posicionaría como uno de los más reconocidos al lado de Elvis, Rocketman, Bohemian Rhapsody y Walk the Line; sin embargo, no fue así.


La cinta peca de simplicidad y de ser tediosa. Una crítica común con la cual yo coincido es que la historia, y en general el guion, dan una repasada realmente simple a la vida de Houston. No se profundizó en los conflictos que la cantante enfrentó en su trayectoria, por ejemplo, ser estafada por su padre o su divorcio de Bobby Brown, ambos conflictos no llevan a ningún lado.



Por otro lado, la película no hace nada interesante en términos cinematográficos, si no me creen repasemos las propuestas e innovaciones que aportaron los biopics ya mencionados. Elvis con su espectacularidad mano de Baz Luhrmann, el aspecto musical de Rocketman, la grandiosidad de Bohemian Rhapsody y, por último, el realismo crudo de Walk the Line cortesía del gran James Mangold.


En términos musicales, tanto el arreglo musical, como las canciones y la voz de Houston son intachables. No obstante, la película se sintió hueca y en momentos olvidable. Una vez más regresando al biopics pasados, todos y cada uno de ellos tiene una escena o momento recordable. Aquí no es el caso, el momento “memorable” a simple vista parece ser muy bello, pero ya escrutándolo más a fondo se deja ver que es mediocre. El propósito de esta gran escena memorable era hacer a la audiencia experimentar (si era tu primera vez viendo a Houston) o recordar (si ya la habías visto) la presencia, carisma y talento de Whitney en el escenario durante su mayor momento de fama.


Otro aspecto criticable de la película fue el maquillaje. A lo largo de la historia, Whitney jamás envejeció, el único cambio notable fue su cabello. El propósito del séptimo arte es invitarte a sumergirte en un mundo fantástico, dramático, o del tipo que tú quieras. Al no convencerme del paso del tiempo, el filme falló en este aspecto.



Sobre el desarrollo de personajes y puntos de la trama sólo tengo que decir una cosa: son inexistentes. Los personajes, salvo Whitney, se quedan estáticos, sus creencias o valores se quedan igual durante toda la cinta.

Aunque haya sido un detalle relativamente menor, la edición y la atención al detalle dejaron mucho que desear. Había escenas completas en las que algún actor estaba vestido de una manera y al cambiar de ángulo, estaba vestido o incluso posicionado de manera diferente.


Por más puntos negativos que yo haya encontrado y expuesto de la cinta, si hay aspectos buenos. La actuación es el principal y realmente único punto que sostuvo al resto de la producción. Naomi Ackie no sólo interpreta, sino que también se transforma en Whitney Houston. La actriz tiene una voz fenomenal que encaja perfecto en las escenas en las que su voz es reemplazada por la de Houston. Otro miembro del elenco a destacar es Stanley Tucci que interpreta al representante de la cantante.



Whitney Houston, una estrella que lamentablemente se extinguió muy temprano, fue y sigue siendo una de las mejores voces de la historia. Como dato curioso, la intérprete es la artista femenina con más premios en la historia, cuenta con 400. Esta película no hizo un buen trabajo al enseñar a la persona detrás del ícono de los ochenta. Falló en este cometido por su historia básica y débil, el maquillaje casi inexistente, la ausencia de secuencias memorables que consolidarían a esta cinta como un excelente biopic y la continuidad entre escenas.


En conclusión, por más aspectos negativos que le haya encontrado a la película, mi intención no es disuadir de verla. Whitney Houston fue una artista tanto exitosa como entrañable. La cinta por más que intenta contar la historia de la gran cantante, falla al no poder entregar una película tan brillante y memorable como lo era Houston. Si eres muy fan de Whitney Houston y quieres aprender algo por más básico que sea, de su vida, sus logros y sus momentos oscuros, dale una oportunidad a “I Wanna Dance With Somebody”.



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