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Foto del escritorAlex Oros

Heridas Abiertas de Gillian Flynn: el libro convertido en mini serie de HBO Max

Una "plática" escrita de un gran libro (y serie) - ¡¡¡SPOILERS!!!


Buenas tardes (o días o noches), estimados lectores. En esta ocasión vengo a platicarles un libro que tuve que leer para una clase, Heridas Abiertas de Gillian Flynn. En este caso es una suerte más bien de resumen, más que una sinopsis o una simple recomendación porque quería hacer algo con esta información pero tampoco considero que deba someterlos a leerlo por completo. Espero que disfruten, entonces, cómo les platico el libro entero y ya si es algo que prefieren que no haga, con mucho gusto avísenme y regresamos a las recomendaciones, entiendo que no todo mundo quiere que “lean por ellos”.

La historia comienza en una fría primavera en Chicago, donde conocemos a nuestra protagonista: Camille Preaker, una reportera mediocre trabajando en un periódico de poca presencia en los estantes conocido como el Daily Post, dirigido por el respetado pero cansado periodista Frank Curry. La trama comienza cuando Curry le pide a Camille que vaya a su despacho y le pide que le dé información sobre Wind Gap, un pequeño pueblo al sur de Missouri de donde es originaria Camille. Esto sucede porque han encontrado a una niña del pueblo asesinada y sin dientes y había otra pequeña desaparecida, lo que parece indicar sin posibilidad de error que se trata de un asesino en serie y, queriendo explotar el potencial de Camille, Curry le pide que regrese a su pueblo natal para escribir el artículo al respecto y sacarla de su mediocridad. Pese a los “mejores” esfuerzos de Camille, accede a ir a hacer el reportaje.


La relación de Camille con su madre no es buena y, aún así, es la única persona con la que ha mantenido el más mínimo contacto de entre todos sus conocidos de aquel lugar. Sabiendo a qué se estaba metiendo, decide descansar del viaje en un motel a las afueras del pueblo para llegar con toda la energía posible a pedirle asilo a su madre durante el tiempo del documental; sin embargo, Camille decide pasar primero a la Comisaría (a cargo del jefe Bill Vickery) para empezar a conseguir información antes de llegar a casa, pero es rápidamente dejada de lado por ser periodista y es cuando ve el letrero de “Desaparecida” de Natalie Keene y se da cuenta que las calles están vacías porque la gente está en el bosque, en una expedición de búsqueda y rescate. Camille aprovecha la oportunidad de unirse a la búsqueda para conseguir información, pero con poco éxito. Es entonces que se dirige a casa de los Nash, donde el padre, Bob, la recibe sorprendentemente bien y le comenta que Ann era una niña ruda, inteligente y que había sido asesinada por ahorcamiento, sin violación ni violencia, más allá de los dientes retirados. Más adelante, no sabiendo cómo abordar el tema con su madre, llega por fin a casa y como es de esperar, la bienvenida en su antigua casa es, por decir poco, desabrida. Logra conciliar unas cuantas horas de sueño y, al día siguiente, sobre Main Street, encuentran el cadáver de Natalie Keene, sin dientes, junto a la ferretería del pueblo. Aquí conocemos a un agente del FBI, enviado desde Kansas City a investigar el caso llamado Richard.



El funeral fue elegante y solemne. Camille no pudo trabajar mucho porque su madre, Adora, siendo una mujer de la alta sociedad, se sentía avergonzada de que su hija aprovechara el funeral para entrevistar gente y le pidió que parara. Es en este momento que Camille recuerda el funeral de su difunta hermana, Marian, muchos años atrás. El funeral pasa sin mayor eventualidad que cimentar los enojos de los pueblerinos y sus creencias de que el perpetrador debía ser algún lunático de fuera; sin embargo, Vickery y Richard Willis están seguros de que se trata de alguien de entre ellos. Es en ese mismo funeral que Camille se reencuentra con la antigua mejor amiga de Adora, Jackie O’Neele. Más tarde, trató de contactar a los padres de Natalie Keene por teléfono, pero, como era de esperarse, recibió una muy mal bienvenida y ninguna declaración. Camille decide escribir un pequeño y mediocre artículo sobre el funeral y la poca información que tenía para enviárselo a Curry, quien sabía que estaba bien escrito, pero no tenía nada de extraordinario, así que le pidió un artículo sobre las familias afectadas.


A la mañana siguiente, Camille se reencuentra con su media hermana Amma, a quien había visto ya un par de veces, pero al no haberla visto en 8 años, desde que tenía 5, no la había reconocido. Amma estaba jugando con una casa de muñecas en miniatura que imitaba con lujo de detalle a la casa de Adora, casi como si se tratara de una casa Voodoo. Al poco tiempo, Camille se encuentra con un niño que le comenta que una mujer elegante se había llevado a Natalie de la mano para ir a jugar el bosque y que es en ese momento que no se le volvió a ver. Dado que gran parte del personaje de Camille gira en torno al alcohol y cómo frecuenta bares, esto hizo que se topara nuevamente con Richard con quien comienza a tener una mejor relación al encontrar en común lo desesperados que están por hablar con alguien de fuera de Wind Gap. Al regresar a casa, Adora está acurrucando y cuidando a Amma que ha contraído un “resfriado veraniego” y de repente le llegaron fuertes regresiones a Camille de aquellos años con Marian enferma hasta que Amma hizo un reverendo berrinche porque la mesa de su casa de muñecas no era idéntica a la de verdad, así que la rompió entre gritos y llanto.


Es en este momento que se nos revela la verdadera razón del nombre del libro: “Heridas Abiertas”. Esto sucede porque, desde muy pequeña, Camille tiene la tendencia a autolesionarse. Camille exterioriza un dolor que no encuentra a través de cortarse la piel, escribiendo palabras en ella que concreticen su dolor. Las palabras pueden ser tan personales como “puta”, “piruja”, entre otras, a tan impersonales (aparentemente) como “cocina” y cada vez que sufre por alguna emoción en particular, aquel sentimiento que tenga asociado a aquella palabra le quemará en la piel como si estuviera al rojo vivo. De este momento en adelante, las palabras formarán parte importante de la trama, tanto para el personaje como para el lector, ya que, de un modo u otro, ayuda a resumir una amplia gama de emociones a una sola y concreta palabra (razón por la que Camille la escribía en su piel con algún objeto punzocortante).


Camille se reencuentra con Richard con quien acuerda intercambiar información. Richard le proporcionaría algo sobre el caso a cambio de que Camille le contara sobre el pasado de Wind Gap, específicamente con relación en los detalles penales, para construir un perfil delictivo de la gente del lugar. Durante esta conversación, salió a la luz un suicidio y una ola de prácticas sexuales desenfrenadas de legalidad dudosa. Caminando por Main Street, Camille se encuentra con una ofrenda hecha en honor a Natalie en el sitio donde encontraron el cadáver y, junto a este, a Amma y su grupo de amigas (secuaces), dentro de las cuales había una que se mantenía callada y cabizbaja en todo momento. Es en este momento (y que después le refuerzan las amigas de Adora en una borrachera de bar) que Amma asegura que el asesino de las niñas es John Keene, el hermano de Natalie, pues ha actuado muy extraño. Aparentemente tenía fama de gustarle las niñas pequeñas, además de haberse ido de casa tras la muerte de su hermana para alojarse en la de su novia. Otro de los comportamientos extraños de John era que siempre que se le veía, se le veía llorando, cosa que para la gente de Wind Gap no podía ser más que señal pública de remordimiento para que no se le investigue pues “un hombre debe llorar a sus adentros y guardarse sus sentimientos”. Durante la borrachera con las amigas de Adora, Jackie le dice, con total templanza y sobriedad, que “como ha estado Adora, le convendría estar en Chicago”, cosa que llamó profundamente la atención de Camille. Al poco tiempo, otra escena que marcó a Camille fue encontrar a su media hermana Amma, seguirla hasta el matadero de cerdos que le había otorgado a Adora su fortuna y ver como la pequeña niña de trece años se quedaba contemplando el sufrir de los cerdos de una manera casi lasciva.


Camille intenta conseguir información de los Keene de nuevo y va a su casa, donde logra pasar y hacer empatía con la madre contándole sobre su juventud en Wind Gap, pero nunca mencionándole que es reportera y que iba por información, por lo cual, al tener que decírselo, ocasiona la furia de la señora, quien la saca violentamente de su casa. Al presenciar esta escena, Meredith Wheeler que estaba en el auto con su novio John en la parte de afuera, se le acerca para comentarle que John está dispuesto a hablar oficialmente con Camille. Una cosa llevó a la otra y Richard y Camille terminaron en unos columpios por la noche donde platicaron de cosas no relacionadas al caso. Al poco tiempo, llegaron Amma y sus amigas en un Camaro amarillo con chicos mayores. Amma se dedicó a señalar lo mal policía que era Richard y a decirle que, si hubiera conocido a Camille de joven, seguro se pondría “cachondo”. John y Meredith fueron a entrevistarse con Camille y, aunque Meredith trató de llevarse todo el protagonismo, Camille descubrió que la familia Keene tenía poco de haber llegado a Wind Gap porque Natalie tuvo un problema de disciplina donde dejó ciega de un ojo a una compañera en un momento de cólera, que ya había tenido en Wind Gap un problema con la mascota de un vecino y que solía ser amiga de Amma pero siempre regresaba con rasguños en los brazos. Después Camille tuvo que ir a casa de sus antiguas amigas de la escuela, donde sólo logró sentirse miserable porque la juzgaban por no estar casada ni tener hijo ni propósito; al regresar llorosa a casa, Amma se mostró muy amable y le ofreció marihuana, que Camille no tomó. Al día siguiente, Camille volvió a presenciar la escena de Amma enferma y Adora cuidándola con extrema dedicación. Amma estaba seguramente cruda de alcohol y marihuana, pero logró convencer a su madre que era otra cosa y, como en cada ocasión, Adora le suministraba medicamento para que se sintiera mejor.

Platicando después con Adora y unas copas de amaretto, ésta le confiesa que cree que nunca la amó porque le recordaba a su madre, Joya, y que se embarazó muy pequeña y pensó que Camille sería su salvación de Adora, pero sólo lo empeoró y desde muy pequeña fue muy desobediente. Le confesó que hubiera preferido que muriese ella en lugar de Marian (a lo que Camille contesta que ella opina lo mismo) y le dice que algún día grabará su nombre en el último hueco de la piel de Camille que todavía tiene intacto, unos centímetros debajo de la nuca, entre los omóplatos. A la mañana siguiente, Camille vomitó. Ese día, Camille tenía cita con Meredith para seguir hablando de Natalie y al entrar al jardín de su casa, por la piscina, vio a Amma y sus amigas jugando y a John mirando fijamente a Amma, por lo que Amma empieza a molestarlo con que por qué le gusta mirarla, a lo que responde: “me gusta tenerte vigilada”, pero Amma lo aprovecha para insinuar que John tenía una fijación con ella y la haría su próxima víctima. Durante la entrevista con Meredith, esta le indicó que tanto Ann como Natalie tenían tendencia a morder y que incluso Natalie le había arrancado medio lóbulo de la oreja de un mordisco y que Anna había mordido a Adora. Richard y Camille tuvieron relaciones sexuales con la ropa puesta por el miedo de Camille a que viera sus cicatrices. Alan, el esposo de Adora, padrastro de Camille le pide a Camille que se apure y se vaya, porque sus constantes interrogatorios sobre las niñas muertas (que no habían sucedido nunca) habían estado enfermando a Adora.

Saliendo de coger con Richard de nuevo, Camille se encuentra a Amma, sus amigas y los chicos del Camaro amarillo y Amma la convence de entrar con ellos y ahí, por medio de presión social, logra convencerla de tomarse una pastilla de oxicodona y la llevaron a una fiesta. En algún punto de la noche, John Keene y Meredith entran a la fiesta en un esfuerzo de subirle el ánimo a John y bajar opiniones sobre su estatus de sospechoso, pero lo único que logró fue que lo llamaran “asesino de niñas”. En la fiesta, y bajo los efectos de la oxicodona, Amma, Camille y sus amigas suben al cuarto de arriba y juegan un juego donde Amma le disuelve una pastilla de éxtasis en la lengua con su propia lengua a Camille. Ambas deciden irse de la fiesta juntas, caminando a casa, pese a las quejas de sus amigas para que se quedaran a lo que Amma les ordena que le consigan a Jodes (la chica tímida) a alguien con quien acostarse, pues “le hace falta”. En el trayecto a casa y con toda la euforia y el amor ocasionado por el éxtasis, Amma y Camille tienen una linda conversación sobre lo que significa ser hermanas, lo que significa ser hijas de Adora y aquello que las une y separa al mismo tiempo: que Camille se autolesiona y que Amma disfruta haciendo daño. En algún punto en el camino, Amma le pide a Camille que duerman en la misma cama y, temiendo que cuando se le pasara el efecto no querría tener a Amma al lado, le dice que no, por lo que Amma corre disparada a casa. Camille se arrepiente y le grita que sí dormirían juntas, por lo que regresa corriendo y, en el estado de euforia, no se ven, chocan y les sale sangre (mismo que les pasa subiendo las escaleras). A la mañana siguiente, Adora se aterra de no haber sabido que sus hijas se habían “tropezado en las escaleras” y estaban sin cuidados, por lo que comienza a cuidarlas y bañarlas. En contra de sus mejores esfuerzos, Adora le dio medicamento a Camille y no quiso decirle qué le estaba dando. Camille le preguntó a Amma qué le había dado y Camille empezó a hacer conexiones con Marian, se vistió y, aunque Adora le trató de impedir salir, se fue de la casa.


Camille se dirige a casa de Jackie O’Neele para hablar sobre Adora. Durante su tiempo en casa de Jackie, Camille pudo constatar que ésta se mantiene adormilada con analgésicos fuertes, entre ellos la oxicodona. Jackie le platica a Camille de la relación que tenía Adora con su madre Joya y lo raro que le parecía que Adora siempre estuviera enferma y Joya estuviera siempre acicalándola. Terminó Jackie por decirle que lo mismo había sucedido con Marian, que “Adora te devora […] Mira lo que le está pasando a Amma. Mira lo que le pasó a Marian”. Saliendo de casa de Jackie y no sabiendo a dónde ir, pero no queriendo hablar con Richard todavía, deambuló hacia las afueras de Wind Gap donde se encontró a John, quien había salido a pasar una noche fuera del pueblo para quizás huir, quizás suicidarse, pero su encuentro con Camille le cae muy bien, beben y terminan juntos, teniendo sexo en el motel. John estaba seguro de que la única persona que entendía por lo que estaba pasando era Camille. En esta ocasión, John no le dio oportunidad de mantener la ropa puesta; sin embargo, en esta ocasión, las cicatrices de Camille no se prendieron en fuego y a John le parecieron extrañas, pero comenzó a besarlas una por una. A la mañana siguiente, Adora llamó a la policía porque su hija había huido enferma de casa y no regresaba, por lo que Vickery y Richard llegaron al motel a confirmar que todo estuviera bien, pero Richard se sintió ultrajado. En un momento de debilidad y queriendo recompensarle, Camille fue a la Comisaría a tratar de hacerle sexo oral a Richard a lo cual este rápidamente se niega. Camille estaba teniendo una regresión a su adolescencia.

Más tarde, Camille emprende el viaje al hospital donde murió su hermana Marian hace tantos años y buscó a la enfermera que la trató. En el expediente médico había una carta de esa enfermera que, nueva en ese entonces, había hecho públicas sus preocupaciones, pues cada vez que Marian llegaba enferma al hospital, la sanaban y se iba en perfecta salud y siempre regresaba peor, sin ningún diagnóstico definitivo. La enfermera propuso que Adora estaba envenenando a su hija. Al encontrarse Camille con la enfermera, esta le dice “sabía que tarde o temprano ibas a venir” y le pide una disculpa por no haber hecho más por salvar a su hermana cuando ella sabía lo que estaba pasando, pero tenía miedo a perder su trabajo. Le dijo a Camille algunos componentes químicos que encontraron en el cadáver de Marian y cómo no eran de causas naturales. Le pidió que huyera de su casa. Camille le explica lo sucedido a Richard y a Curry.

Al llegar a casa, Adora le dice que hubiera salido ella misma a buscarla. pero se había quedado a cuidar de Amma, que estaba muy enferma. Cuando Camille le preguntó que qué tenía en repetidas ocasiones, Adora desviaba la conversación hasta que le dice que le permita cuidar de ella. Camille, cansada de todo y queriendo un poco de amor maternal, así como quizás dispuesta a morir, le dice que la cuide entonces. Desde que Adora empezó a cuidarla, la salud de Camille empezó a deteriorarse a pasos agigantados hasta que, en la bañera, siendo limpiada por Adora, se desvaneció. Al poco tiempo entra bruscamente Richard con Vickery y demás policías a rescatarla y a detener a Adora. Al llevarla al hospital, encontraron en sus exámenes de sangre y toxicológicos una serie de medicamentos, algunos extranjeros y prohibidos y otros legales, pero para patologías completamente no relacionadas. Esos exámenes, en conjunto con un diario que conservaba Adora detallando todo lo que hacía, fueron suficiente prueba para condenar a Adora por asesinato de su hija Marian, Ann Nash y Natalie Keene por sufrir de Trastorno facticio infligido a otro, también conocido como Síndrome de Münchhausen por poder, donde una persona enferma a otra para cuidarla hasta la muerte y ser vista como ángel y mártir para los demás, recibiendo mucho cariño y atención por su “sacrificio”.

De aquí en adelante, el final se desarrolla de manera rápida y vertiginosa. Adora se encuentra en arresto domiciliario gracias a la fianza que pagó Alan, pero la custodia de Amma se le es otorgada a Camille quienes se regresan a Chicago. Al poco tiempo, Amma comienza a recuperarse y a atender a una escuela de la zona y se hace amiga de una niña verdaderamente linda llamada Lily. Lily comenzó a estar constantemente presente en el departamento y empezaba a tener una relación cada vez más buena con Camille hasta que un día Amma le pregunta si quiere más a Lily que a ella, a lo que le responde que no y la baña como solía hacer su madre. A los pocos días, Lily aparece muerta, ahorcada y sin dientes. Es entonces que Camille le pregunta a Amma por qué mató a las otras chicas y le dice que porque Adora las estaba queriendo más que a ella y confesó todo. De repente, Camille recordó lo de los dientes y le preguntó por qué se los quitaba, a lo que Amma respondió que todos y cada uno de los detalles de su casa de muñecas debía ser exactamente una réplica del original. El suelo de la habitación de Adora era de unas hermosas baldosas de marfil. Camille fue a inspeccionar la casa de muñecas, todo el suelo de la habitación de Adora y sintió todos los dientes de las niñas que habían muerto por competir por el amor de Adora.

Amma fue llevada a un reformatorio juvenil y la historia se hizo pública y en cuanto se enteraron, Curry y su esposa Eileen, se instalaron en casa de Camille y después la llevaron a la suya, donde le acondicionaron una habitación y cuidaron de ella, por primera vez, sin hacerle daño. Camille pudo, por fin, sentir un cierto amor paternal que nunca había tenido.

Este libro se ha convertido también ahora en una telenovela policíaca, protagonizada por Amy Adams y dirigida por el célebre Jean-Marc Vallée disponible en HBO Max.





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