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El viaje de Rocky Balboa Parte 1

Rocky Balboa, es sin duda alguna, uno de los personajes más memorables del cine. Su voluntad y barbilla de acero hicieron que cuando debutara en la pantalla grande en 1976, se ganara el corazón de la audiencia. 

A lo largo de la saga de Rocky y ahora la saga de Creed, Balboa ha tenido un trayecto algo peculiar respecto de cómo su personaje es presentado en cada una de las películas.



En la cinta original “Rocky” de 1976, el boxeador es simplemente un hombre común y corriente, alguien con quien cualquiera puede empatizar. Vemos cómo pasa de ser un simple boxeador mediocre para luego transformarse en un hombre dedicado y enfocado en lo que verdaderamente anhela. Su gran oportunidad se presenta cuando el campeón del mundo, Apollo Creed, decide darle una oportunidad por el título. Rocky Balboa da una muy buena batalla contra Creed y, pese a no ganarse el título, sí se gana la admiración del público. 



En la segunda entrega, su personaje se mantiene relativamente igual. Sigue siendo un hombre común con problemas cotidiano. Durante la película vemos cómo batalla para pagar la renta y mantener a su esposa. Cuando Apollo Creed lo reta nuevamente, Rocky accede y en esta ocasión, derrota a Creed para así convertirse en el nuevo campeón del mundo. 


Las dos cintas anteriores las podemos catalogar como películas dramáticas por la forma en que Sylvester Stallon las escribió. La columna vertebral de las historias era el drama, los conflictos intra e interpersonales de los protagonistas. Sin embargo, el motor narrativo de la saga de Rocky cambió en las entregas posteriores. 

Cuando se estrenó Rocky III en 1982, el género predominante ya no eran los dramas, sino las películas de acción. La historia en esta ocasión ya no se centraba tanto en un drama personal, se enfocaba más en la pelea contra el feroz Clubber Lang. Este nuevo oponente, al derrotar a Rocky y quitarle el título de campeón del mundo, fuerza a Balboa a redescubrir su estilo de pelea bajo el cuidado de Apollo Creed. Gracias a este nuevo aprendizaje de la mano de Creed, Balboa reclama su título y logra superarse a sí mismo, a sus miedos y a sus dudas. 



Atrás quedaron las escenas íntimas entre los personajes para ahora pasar a más montajes de entrenamiento y diálogos un poco cursis. Lo anterior es muy común en películas de la década de los ochenta; no obstante, este cambio narrativo de la saga se hace mucho más presente en la cuarta entrega.


Rocky IV, estrenada en 1985, dirigida, escrita y protagonizada por Sylvester Stallone es la película con más acción ochentera y exagerada de toda la saga. Pero no lo tomen como crítica hacia la cinta, personalmente esta entrega es mi favorita. 



En esta ocasión, Rocky Balboa debe enfrentarse a su mayor reto hasta la fecha, Iván Drago, un boxeador ruso que parece superhumano. Drago en un inicio reta a Balboa por el título, éste último declina y en su lugar, Apollo Creed se enfrenta al gigante ruso. Lamentablemente, Drago demostró ser un oponente tanto feroz como mortal al matar a Creed en un enfrentamiento amistoso. Tras vivir esta tragedia, Rocky jura venganza y acepta pelear contra Drago en la URSS. 


Rocky, tras entrenar como nunca lo había hecho antes, logra vencer a Drago en la URSS y también logra ganarse el corazón y admiración del pueblo socialista en una clara alusión a la Guerra Fría que marcaba la época de los ochenta. 



Esta película tomó los elementos ochenteros de la película anterior y los elevó a su máxima expresión. Desde la música, hasta la edición y el hecho de que en esta cinta hay 4 montajes, hacen ver muy claro la época en que Rocky IV fue estrenada.


Rocky en tan sólo 4 películas, pasó de ser un hombre común y corriente a un héroe de acción casi invencible. Pero ¿cómo sigue evolucionando en las siguientes películas de la saga? Les cuento en una segunda parte. 



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