El teatro se siente de diferentes maneras - Excepto un pájaro

Sé que poco a poco estamos volviendo a la normalidad, también sé que las actividades artísticas son las que están volviendo más lento, tan lento que a pesar de que los teatros ya están regresando, la última vez que fui al teatro fue en marzo del 2020.

A pesar de que una de las cosas que más quiero hacer es regresar al teatro en vivo, tengo que admitir que el teatro nunca me soltó la mano, ya que me encontré con personas lo suficientemente creativas para traerme un teatro muy especial a la puerta de mi casa.

Una de esas personas fue Valeria Fabbri, dramaturga y directora de Excepto un pájaro. Al ganar la convocatoria Dramaturgia del Confinamiento por parte del Centro Cultural Helénico, su creatividad se puso en marcha y logró crear este proyecto. El cual pueden ver actualmente al rentar a través de CinepolisKlic.

Excepto un pájaro, cuenta la historia de Don Franco (Joaquín Cosío) y su amistad durante la pandemia con Don Helio (Juan Carlos Colombo). Su historia habla del contacto humano y la importancia de la amistad, algo que todos necesitamos en este momento.

Ver una actuación es algo muy bello, pero sentirla es extraordinario y es algo que el teatro siempre te va a ofrecer. Llevaba varios meses sin “sentir” una actuación hasta que sentí Excepto un pájaro, a pesar de ser una combinación de teatro y cine, es decir, no el teatro al que estoy acostumbrada. Excepto un pájaro se aferra a esa esencia teatral que tanto estaba buscando y a la que yo también me aferraba. Se aferra al utilizar espacios no convencionales y objetos infantiles, se aferra al contarnos la historia mediante un narrador, se aferra iluminando nuestro espacio de una manera irreal, utiliza su creatividad de una manera sutil pero ingeniosa.

Eso es lo que te da el teatro y la razón por la cual ya tenemos que regresar, no nos ha soltado en ningún momento…ya es momento de regresar.