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Foto del escritorFernanda Monroy

El Poder del Perro- una no tan nueva, pero aún muy necesaria narrativa

El Poder del Perro es originalmente una novela escrita por Thomas Savage, un autor de western, en el año 1967. Muchxs han calificado como ‘polémica’ a esta ahora película (que puedes encontrar en Netflix), pues algo muy propio del género es la epica masculinidad y dureza de los personajes varones, características y estereotipo que, en esta sociedad, se asocian al hombre heterosexual.


En esta trama nos transportamos a la historia de dos hermanos rancheros de Montana en el año 1925 que, además, poseen una gran propiedad y cantidad de dinero. Uno de ellos se casa con una viuda y adopta prácticamente a su hijo mientras que, el otro, a partir de ese momento, se empeña en hacerle la vida imposible a ambos. Conforme va avanzando la película, vamos conociendo más a fondo no sólo las personalidades de los personajes, su vulnerabilidad o valentía, sino sus secretos (algunos de ellos bastante inesperados, a decir verdad).



Es a partir de un par de estas verdades ocultas que algunxs han etiquetado como polémico este relato, pues se muestra una cara del hombre vaquero que, en el año que fue publicada la novela y hasta hoy en día, no se considera como característica de estos personajes. Incluso se puede decir que a pesar del reconocimiento de Thomas Savage como escritor, ésta fue una obra que más que tener éxito por la increíble historia, lo tuvo por el revuelo que causó ya que claramente hubo una confrontación con el lector respecto al replanteamiento de la masculinidad y sus matices. Eso puede, como sigue sucediendo en la actualidad, causar cierta incomodidad en algunxs lectores.


Es hasta este 2021, que estrena la adaptación Jane Campion, que se le da una oportunidad cinematográfica y, como era de esperarse, es una mujer la que tiene el interés de hacerlo (cuestión bastante notoria en cuanto a la manera de abordar la historia) pues deja a los personajes SER y mostrar su verdadero ‘yo’ sin sutilezas, aunque sí con la discreción que tienen en cuanto a sus respectivos secretos por el momento y las circunstancias en las que se desarrolla la historia (1925 en una región sumamente machista). La masculinidad de los personajes que tienen algo que esconder es agresiva y violenta mientras que la de aquellos que han hecho las paces con no ser el estereotipo de hombre que requiere su tipo de vida, proyectan una mucho más noble, lo primero como resultado de la frustración y represión de lo que son por culpa del machismo y las masculinidades tóxicas.


Yo, la verdad, me atrevo a decir que es, sin importar las características de los hombres y mujeres que lo protagonizan, una gran historia. La sociedad cambia, sus necesidades cambian, pero esta película te hace ver que el ser humano y su diversidad siempre han sido los mismos, sólo que con menos libertad. Es nuestra responsabilidad como seres humanos intentar comprender las nuevas narrativas conforme llegan, ya que a través de ellas se genera conciencia, empatía y por ende, cambio. En este caso, nuevas y mejores masculinidades.

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