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Comprender al hombre religioso: Mircea Eliade.
¿De qué se trata la religión, cualquiera que sea? ¿Qué piensa la gente que cree en ellas? ¿Tienen algo en común todas las religiones? En pocas palabras, ¿qué onda con la religión?
Si este tipo de preguntas han cruzado tu mente, existe un autor que debes tener en tu radar que te ayudará a aclarar tus dudas en cuanto al inmenso y complejo tema de la religión. Se trata de Mircea Eliade. Si su nombre te parece extraño es porque es rumano, aunque muchos de sus tratados y estudios los realizó en Francia y Estados Unidos, más que en Rumanía. El hombre fue un estudioso de las religiones de todo el mundo y dedicó su vida a explicar y aclarar diferentes fenómenos religiosos que hoy en día siguen existiendo y que se han perdido casi por completo en el tiempo. Aunque en sus obras usa ejemplos de religiones de todo el mundo, vivió en la India durante algunos años para comprender profundamente las tradiciones religiosas de esa región del mundo. Era también un políglota, tanto de lenguas de su tiempo como de lenguas antiguas.
Lo interesante de Eliade es que sus tratados y libros son comparativos y no especializados en una sola tradición religiosa. Por ejemplo, si Eliade fuera a explicar los cultos solares y sus significados, nos proporcionaría ejemplos tanto de Europa, que nos son familiares, como de África, Oceanía, Siberia, entre otros, y señala muchas veces lo que es similar, de manera que se deja ver un contorno posiblemente universal.
Una obra perfecta para tener una probada de lo que se trata este campo de estudios es Lo sagrado y lo profano, un corto tratado introductorio de 170 páginas aproximadamente, que es bastante amplio para las pocas páginas que usa. En él, Eliade aborda cuatro cuestiones: el espacio sagrado, el tiempo sagrado, la naturaleza sagrada y la vida humana sacralizada.
Como ejemplo, al hablar de espacio sagrado, Eliade explica que el centro de cualquier lugar es importante en niveles divinos porque gracias a un centro el ser humano se puede orientar. Sin orientación geográfica, el mundo sería un caos impredecible e intransitable para el ser humano, por lo que establecer un centro que permite navegar el terreno tiene una carga divina. Ya que un centro nos permite vivir gracias a la orientación, se entiende por qué se dota de un significado trascendente a este aspecto.
Otro ejemplo del contenido que se encuentra en este breve libro es el de el mundo como cargado de significados y mensajes. Cada aspecto del mundo y de la naturaleza nos cuenta algo sobre las diferentes formas de ser. Eliade ilustra esto usando el ejemplo de la piedra, que, para el hombre arcaico, comunicaba permanencia, puesto que las piedras son; no cambian y son un ejemplo de firmeza contra el tiempo.
Es así que Mircea Eliade aborda diferentes aspectos presentes en las religiones, como el Sol, la Luna, el agua, el cielo, etcétera. El libro se puede leer de manera casual y divertida pero a la vez aclarando mucho un tema que cada vez se comprende menos.
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