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Celebremos México con: Los Signos del Zodiaco de Sergio Magaña
Es el mes patrio y no sólo el cuerpo lo sabe, pues cada esquina del país está repleta de adornos, comida y eventos alusivos a estas fechas. Para nuestros lectores que no son mexicanos, déjenme ponerlos en contexto: el 15 de septiembre se festeja la Independencia de México. Listo. Es por esto que me gustaría sumarme a la celebración con uno de los mayores representantes de la dramaturgia mexicana, el maestro Sergio Magaña.
Basada en la vida real de millones de mexicanos, Los Signos del Zodiaco, una obra estrenada en 1951, relata la historia de los habitantes de una vivienda de clase media-baja en la Ciudad de México, los cuales se ven día a día acechados por el fracaso y frustración inminentes que implica el contexto en el que se desarrollan, pues son personas víctimas de la opresión y desigualdad que se vive en el país.
Para saber un poco de qué va la obra, la historia se desarrolla en el año de 1944, año en el que se vivió una gran recesión económica (Algo que parece ya más una constante en la historia de México), de igual manera, existían miedo e incertidumbre posterior a que finalizó la Segunda Guerra Mundial y el comunismo se hacía más fuerte entre cada vez más personas, líderes y naciones. Así que si eres fan de cualquiera de estos sucesos históricos, la pasarás como niño con juguete nuevo al leer esta obra.
Todo este contexto lo podemos notar en los personajes, pues algunos exponen el gran resentimiento social que había debido a las condiciones del país, un par más sólo buscan un método de escape a ese estilo de vida que parece más una condena y otros ven una esperanza de cambio en el comunismo o en aquellos que los predican. Cada uno de ellos demuestra de alguna manera cómo ha sido oprimido por el sistema y cómo éste los hunde cada vez más o los sigue inspirando a buscar un cambio, aunque sea individual.
Pero ustedes se preguntarán, ¿Qué tiene de interesante conocer la vida de personas promedio en un conjunto habitacional? Pues esta historia no solo se trata de sus vidas y de cómo chismean mientras lavan ropa o se quejan del costo de la renta mientras barren el patio, en esta obra somos testigos del momento en el que todos llegan a su límite, el momento en el que ya no solo se ven acechados por el inminente fracaso que algunos han ido escribiendo para ellos mismos y al que otros han estado destinados, sino que son alcanzados por cada piedra que han venido arrastrando en el camino, hasta que empiezan a chocar entre ellas en un efecto dominó que va desatando un clímax tras otro de cada personaje.
Es así que a diferencia de otros relatos, en esta obra no solo tenemos un gran momento cumbre en el que todo explota, Magaña nos regala un caos colectivo tan bizarro pero tan realista que nos hace soltar incluso un par de carcajadas en contra de nuestra voluntad, pues es increíble ver cómo años de frustración y sueños rotos te pueden llevar a cometer atrocidades o dejar atrás a aquellos que más amas.
Después de que en el primer acto quede expuesta la situación de cada personaje, una serie de eventos desafortunados sumada a los problemas de estos, provoca que se empiecen a cuestionar acerca de las posibilidades de cambiar su situación y, para algunos, esto se convierte en el primer paso de un plan que los libere o en un deseo oscuro. Y, ¿Qué puede ser más mexicano que aplicar la del “a tiempos desesperados, medidas desesperadas”? Magaña expone en esta obra el poder del determinismo social al que no sólo está condenado el mexicano por circunstancia, sino por cultura.
Pero bueno, en temas más felices, podemos decir que hay muchas cosas con las que nos podemos sentir identificados al leer esta obra, empezando por el lenguaje y lo despreocupadamente coloquial que lo plasma Magaña para cada uno de los personajes, pues no le da miedo quitarle seriedad al relato ocupando exactamente las palabras que usa un mexicano en la vida cotidiana, se podría decir que hasta nos hace adentrarnos más en el relato. Eso sin contar las peleas entre la mujer que es idéntica a tu tía súper religiosa y el vecino pseudo izquierdista o entre la vecina metiche que cree que sabe la vida de todos y el estudiante universitario que se atreve a decirle que no se meta en lo que no le importa. Cada personaje tiene características muy visibles que puedes encontrar en muchos mexicanos, la esencia del humor ante la tragedia o la queja ante situaciones que no nos incumben, la poca privacidad y muchas más cosas culturales que simplemente aunque no viniera especificado que se lleva a cabo en México, te hacen saber que es así.
No dejes de leer Los Signos del Zodiaco y date una buena empapada mexicana con estos personajes, disfruta del chismecito y de los increíbles giros en la historia que te van a volar la cabeza en este link de aquí:
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