Beethoven estrena su nueva sinfonía
Dentro de la comunidad académica de la música de concierto, existe una suerte de leyenda urbana, maldición o superstición que gira alrededor de la idea de que la novena sinfonía de un compositor será la última después de la cual, éste, morirá. Si esto sucediese habiendo terminado la novena o empezando la décima es cuestión de debate (informal, más que nada), pero lo cierto es que el número de compositores que fallecieron tras terminar su novena sinfonía o trabajando la décima y dejándola inconclusa es más larga de lo que nos parecería cómodo admitir. Beethoven, Schubert, Bruckner y Dvořák son sólo algunos de los más reconocidos nombres en esta legendaria lista, similar a la del Club de los 27. Quizás lo más paradójico del asunto es que, quien dio origen a esta superstición, el mismísimo Gustav Mahler, creía haber roto la maldición al haber terminado su novena y empezado la décima, misma que, irónicamente, dejó sin terminar al morir en 1911 de una infección.
Este macabro fenómeno ha ocasionado que, como le sucedió a Mahler, muchas décimas sinfonías queden incompletas. Esto funciona como una invitación a una serie de músicos, compositores, musicólogos, historiadores y demás para hacer un esfuerzo (a veces colectivo, a veces no) de terminar estas obras a la manera en la que el compositor original la hubiera posiblemente terminado de haber tenido la oportunidad. Algunas de las más famosas de estas interpretaciones post mortem le pertenecen al organista y musicólogo inglés, Barry Cooper, quien, de unos bocetos de 250 compases, se dio a la tarea de terminar la Décima Sinfonía de Beethoven; el musicólogo Deryck Cooke que, con los dos primeros movimientos casi terminados, acabó la Décima Sinfonía de Mahler y; Brian Newbould quien se encargó de la orquestación de la Décima Sinfonía de Schubert a partir de una maqueta ya prácticamente terminada para piano.
Dentro de esta siempre creciente lista de compleción de obras monumentales de compositores colosales, el día de hoy tenemos, al alcance de nuestros dedos, una propuesta completamente nueva y diferente. Si bien es cierto que es algo que todos sabíamos que sucedería en algún momento y otro, más temprano que tarde, no deja de parecernos impresionante lo que la Inteligencia Artificial, protagonista de este artículo, es capaz de hacer. Así es: una computadora terminó la Décima Sinfonía de Beethoven.
Gracias a un trabajo colaborativo, entre músicos, compositores, musicólogos y expertos en computación de la Universidad de Rutgerts en Nueva Jersey, que comenzó en 2019, lograron, no únicamente de los compases ya esbozados por Beethoven mismo, analizar una gran cantidad de obras del compositor para que la máquina tomará decisiones ejecutivas, asistida por los músicos, y lograr terminar la obra de manera fidedigna al estilo del artista. Es importante mencionar que esta no es la primera vez que se lleva a cabo este proyecto. Previamente, una inteligencia artificial había ya realizado, en conjunto con un armonizador virtual (también inteligencia artificial), un trabajo similar sobre la Décima Sinfonía de Schubert; sin embargo, el armonizador utilizado utilizaba una base de datos más bien basada en las obras de Johann Sebastian Bach, por lo que ésta más reciente labor es la más ambiciosa hasta el momento.
Las implicaciones inherentes de la introducción de la inteligencia artificial al mundo de la creación artística son, con temor a ser reduccionistas, un debate muy serio (y muy interesante) al que, inescapablemente, vamos a tener que introducirnos en menos tiempo del que nos gustaría. Lo anterior se ve exacerbado una vez que tomamos en consideración el hecho de que, este grupo de científicos, liderados por el Dr. Ahmed Elgammal, sometieron a un grupo de expertos como audiencia para determinar dónde terminaban los pasajes de Beethoven y dónde comenzaban los de la computadora y no logrando hacer una clara distinción, se concluyó que el resultado final era extremadamente satisfactorio. Dejaremos esta plática para otro momento. Por ahora, el 09 de octubre de 2021 es la fecha oficial de estreno, en el Foro Telekom, en la ciudad de Bonn, Alemania, lugar de nacimiento del célebre compositor. Ese mismo día se publicará la grabación de ésta y será distribuida globalmente.
Sobran palabras para mencionar lo emocionante y posiblemente aterrador que es este evento, por un lado, pero, por el otro, poder disfrutar de una première de uno de los monstruos más importantes de la historia de la música es, por demás, un verdadero privilegio. Estaremos atentos y ansiosos de escuchar esta nueva pieza de Beethoven con gusto y comentar nuestras opiniones al respecto.
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