Anne+: The Film: Un vistazo realista a la comunidad lgbtq

¿Dónde anda toda mi bandita progre, lgbtq, de mente abierta que quiere apoyar al cambio de la sociedad? O simplemente la bandita que quiera ampliar su percepción de la vida… Porque hace un par de semanas, justo cuando iba a darme por vencida buscando algo que ver en Netflix, me topé con “Anne+: The Film”, una película holandesa basada en una serie que lleva el mismo nombre y fue un éxito en el país.

Este filme relata la historia de Anne, una joven escritora en sus veintes (lo cual significa ser una crisis existencial andante) en Amsterdam la cual lleva planeando meses mudarse con Sara, su pareja, a Montreal. Cuando Sara se tiene que adelantar en la mudanza unas semanas por cuestiones de trabajo, Anne se queda sola en Amsterdam. Esta circunstancia, y un par de situaciones que le van agregando sabor a la trama, ponen en perspectiva sus metas y deseos, lo cual la lleva a tener que tomar decisiones contundentes en su vida. Exacto, es un problema común que le puede pasar a cualquiera, que es de lo más fregón de la película. No solamente estamos viendo por fin protagónicos lgbtq en las narrativas, sino que no es la típica película en la que el personaje que pertenece a esta comunidad está en crisis porque no sabe cómo definirse o está escogiendo entre su familia y su pareja… ese tipo de conflictos a los que reducen las tramas de películas con temáticas lgbtq. La orientación sexual e identidad de género son una parte importantísima de lo que conforma a las personas, pero no es lo único que las define y su vida no gira nada más en torno a eso, tal y como lo es en nada más y nada menos que en la vida real.

Ahora, tal como lo comenté, no todo gira en torno a eso, sin embargo, las conversaciones respecto a estos temas son, por fortuna, cada vez más comunes sin importar cómo te identifiques y sobre todo, muy necesarias; es por esto que, a lo largo de la película, entre conversaciones y encuentros amistosos, románticos o sexuales entre los personajes, lxs guionistas hallan la manera de meter discursos de inclusión, diversidad de género, la libertad de explorar tu sexualidad y lo que te gusta, el poliamor, problemáticas de la comunidad lgbtq como la relación con su cuerpo, con sus padres, las expectativas que se han puesto, lo cambiante que puede ser tu orientación sexual, la tremenda libertad que viene después de aceptarse y explorarse y, lo que me parece más relevante, que, sin importar por cuál de todas estas situaciones estés pasando, lo más importante de todo es siempre tener una red de apoyo, amigxs y parejas que crean en ti, que te den un soporte y, sobre todo, comunicarte con aquellas personas que quieres o amas. Y ninguna de estas conversaciones o momentos se sienten forzados ni como el típico “aghhhh, lx directorx ya me vino a dar su visión de la vida a través de un monólogo estúpidamente innecesario”.

Honestamente pienso que cualquier persona debería de ver esta pelìcula, no porque sea una obra maestra ni el filme del siglo, sino porque, además de que vemos una historia de lesbianas/bisexuales/pansexuales que no está mermada por la visión masculina de lxs mismxs, tiene temáticas muy relevantes y necesarias de entender para la sociedad en la que navegamos hoy en dìa en la que la diversidad no sólo existe, sino que es imprescindible y, por consecuencia, estar informadx al respecto, también.

Así que, si quieres disfrutar de una buena trama, chismecito, una fotografía bastante linda, buenas actuaciones e información que cura (las mentes cerradas), esta película es una excelente opción para un dominguito de reflexión y bajón.